La pluma estilográfica se compone de un plumín y el cuerpo. El funcionamiento es sencillo, debido que la tinta a base de agua, se desplaza por el cuerpo mediante la gravedad y hace que el plumín pueda impregnarse.
La fluidez y la facilidad de escritura que proporciona una pluma, no ha sido superada hasta el día de hoy.
Debido a la gran variedad de tintas que existen, la pluma estilográfica supera en versatilidad, a las opciones que pueda tener un bolígrafo.
Hay muchas plumas estilográficas en el mercado. Entre las más conocidas figuran las plumas Parker, Faber-Castell, Montblanc, Sheaffer, Waterman, Cross, Pelikan, Inoxcrom, Pilot…
Cada marca dispone de diferentes gamas y precios. Sin contar con las ediciones especiales que incorporan materiales nobles en su composición: oro, piel, maderas exóticas… que llegan a encarecer el producto. No obstante la calidad, merece la pena.



Cuando nos hablan de pluma estilográfica, consideramos que son regalos especiales para conmemorar aniversarios, regalos de empresa o artículos de lujo…
Sin embargo hay gran variedad de plumas, que se pueden utilizar para el día a día y fomentar la escritura entre los más pequeños.
Entre las mas económicas existen plumas desechables de Pilot en colores azul, negro y rojo o las recargables de la colección Retro Pop:



Las plumas tienen recambios mediante cartuchos. Si la pluma dispone de émbolo, podemos utilizar tinteros. Este mecanismo es como un cartucho, que se puede reutilizar debido que tiene un funcionamiento parecido a una jeringuilla. Se recarga manualmente y puede escoger la tinta que necesita.







Hemos visto las plumas mas caras y las más baratas. Sin embargo entre ambos ejemplos, hay multitud de precios y características a tener en cuenta.
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